Consejos para bajar de peso
1. Separa un poco de tus alimentos.
"Divide y bajarás"
Nuestro organismo es una máquina que ha sido preparada para "las vacas flacas y vacas gordas", por ello, cuando comemos mucho, el exceso de alimento es almacenado en forma de grasa, es decir... engordamos.
Uno de los trucos más sencillos para "almacenar" menos grasa, es simplemente disminuyendo las porciones que comemos. En la primer imagen que anexamos, vemos claramente una hamburguesa ENORME, pero en la segunda imagen, hay tres platos servidos con LA MISMA CANTIDAD de comida... solo de ver cada plato, podemos pensar (de izquierda a derecha) "me voy a quedar con hambre", "se ve razonable" y finalmente "es mucha comida".
Nuestro cerebro nos "prepara" para comer, y en cada caso, nos predispone a sentirnos poco satisfechos o muy satisfechos de acuerdo con la "porción" que creemos que nos han servido.
Para poder disminuir las porciones que ingerimos todos los días, hagamos algo sencillo... dividámoslas por la mitad!
Imaginemos un día típico de oficina:
7am
- un vaso de leche o café
- dos rebanadas de pan tostado
- dos huevos revueltos con jamón
Pero vamos a separar una rebanada de pan tostado y la mitad del huevo, con esto vamos a preparar medio sandwitch.
11am
Almorzamos una fruta, que tal, una manzana, y el medio sandwitch que apartamos del desayuno.
3pm
- un plato de sopa
- un plato de arroz
- un plato de guisado
- un plato de frijoles
Todo esto, acompañado de un vaso de agua de sabor (o refresco), mismo al que le agregamos previamente una cuarta parte de agua simple.
Vamos a apartar de nuestra comida, un poco de arroz, guisado y frijoles.
6pm
Vamos a comer una fruta, que tal ahora un kiwi y lo que apartamos de la comida.
9pm
- un vaso de leche o café
- una rebanada de pan tostado con queso cotage
Aclaremos, este es un menú ficticio y muy desbalanceado, pero el balance de alimentos lo tocaremos en otra ocasión.
También podemos ayudarnos a lograr bajar de peso desde nuestra casa,
a) Cambiemos el tamaño de los platos y tazas por unos más pequeños
b) Diferenciemos las porciones que servimos para los adultos y los niños. La mayoría de los padres sirven la misma cantidad de comida para si mismos que para sus hijos. Esto es razonable cuando los hijos son adolescentes, pero es una invitación a subir de peso para los menores de edad extra a que la economía no está para tirar la comida que ellos no puedan comer.
2. Diluye jugos y refrescos con agua.
"Poca azúcar, poca hambre"
Quizá no sea tan claro para todos, pero créanlo, el organismo necesita azúcar (glucosa) para funcionar, es "energía" lista para ser usada, pero, como siempre, la cantidad que circula por nuestro torrente sanguíneo y que no es utilizada, necesita ser expulsada, o guardada. Y como ya platicamos en el tip anterior, el cuerpo almacena energía en forma de... grasa!!
Ahora bien, con poca glucosa, sentimos hambre y esos cambios de humor, mal genio, son culpa de un "nivel bajo de glucosa". En los extremos, podemos incluso sentir mayores malestares, dolor de cabeza, mareos, vista nublada, y hasta uno de esos temidos "ataques hipoglucémicos".
Pero, ¿qué beneficio tengo de "rebajar" mi agua o refresco con azúcar?
Simple, al igual que una persona que come mucha sal, todo le sabe insípido y le pone sal a todo, nuestro organismo se acostumbra a tener mucha glucosa en el torrente sanguíneo y ante el más mínimo descenso en la glucosa, sentimos hambre, esto puede ser tan grave, que podemos estar llegar al extremo de que ¡siempre tenemos hambre!
Hagamos una prueba muy sencilla, tomemos un dulce o refresco quince minutos antes de nuestra hora acostumbrada para comer. Notaremos que nos da la hora de comer y no tenemos hambre. Ahora, tomemos ese mismo dulce o refresco dos horas antes. Esta vez, nos dará la hora de comer y estaremos famélicos (muy hambrientos).
Acostumbremos a nuestro organismo a vivir con niveles "normales" de azúcar (glucosa), evitemos las bebidas, postres, dulces y sobre todo, la mezcla de grasa, harina y dulce. Esta mezcla (pan con mantequilla y azúcar, o un pie de queso con frambuesa), es una verdadera bomba de energía... y tiene todos los ingredientes que necesita el organismo para convertir la energía que no sea usada en grasa casi de modo instantáneo!
Por si lo anterior no es suficiente motivación, el exceso de glucosa en el torrente sanguíneo es una de las causas principales de daño a órganos internos, páncreas, ojos, sistema vascular y riñones entre otros.
3. Haz 20 sentadillas tres veces al día.
"No hay sentadilla pequeña"
Todos necesitamos ejercitarnos, pero ante la falta de tiempo para correr 30 minutos todos los días, hay que hacer que cada esfuerzo y minuto cuente.
Si la idea de hacer ejercicio regularmente es mantener una condición cardio vascular saludable (corazón y sistema circulatorio -vascular-), PERO no tenemos oportunidad de hacerlo en una sola sesión, saquemos ventaja de cada vez que vamos al baño, a tomar agua, o sacar copias.
Un ejercicio adecuado debe acelerar nuestro ritmo cardíaco y mantenerse acelerado por más tiempo del que disponemos en la oficina, así que, lassentadillas son una opción ideal (igual funciona subir las escaleras de dos en dos) pues:
1. Usa varios de los músculos más voluminosos del cuerpo: glúteos, bíceps, cuadriceps y gastrocnemius en las piernas, así como los dorsales anchos en la espalda baja.
2. Estos músculos demandan tanto oxigeno y glucosa, que será inevitable que se aceleren la respiración y los latidos.
3. A todos nos gusta ver (o tener) el "derrière" atractivo.
Si quieres hacer más efectivas las sentadillas, alza o mueve los brazos y coloca los pies en diferentes posiciones, primero pon los pies paralelos, luego abiertos en un ángulo, intenta ahora con talones juntos y luego con los talones separados al menos 20 cm.
¡Recuerda mantener la espalda recta y las rodillas paralelas!
4. Levántate para ir con tus compañeros de trabajo en lugar de usar el teléfono.
"Cada paso cuenta"
Los especialistas recomiendan caminar al menos 10 mil pasos al día, mismos que equivalen a una hora y 15 minutos a paso vigoroso. PERO, no es necesario que sean "de corrido", estos 10 mil pasos pueden ser en "tantos" de 5 o 10 minutos, siempre que sean a paso vigoroso.
Si no tienes modo de hacerlos sin parecer cobrador en quincena dentro de la oficina, sal por cualquier pretexto a la tienda, pero no compres nada, al menos nada para ti.
Encuentra un punto de referencia que quede a esos 5 minutos de caminata a partir de la puerta de entrada a tu edificio u oficina, y arma una agenda de "salidas de emergencia", pañuelos, agua, recargas, etc. Incluso, puedes quedar bien con tu jefe y compañeros preguntando una o dos veces al día "voy a la tienda, se le ofrece algo"? Una ausencia de 15 minutos (dos vigorosas caminatas de 5 minutos) dos o tres veces en el horario de la oficina serán difíciles de notar, si sumas una más antes de entrar y otra al salir, habrás caminado 10mil pasos y sumarás casi hora y media de actividad a tu día.
Consigue un podómetro real o virtual (app) o bien, cuando compres un reloj, pide uno que lo incluya.
Igualmente puede ser un magnífico pretexto para hacer amistad con esa persona especial.
5. Haz una cita con tu médico al menos dos veces al año para una revisión general.
"Acude al médico"
Ahora bien, ¿qué pasa cuando es una enfermedad la que nos hace subir o bajar de peso?
ACUDA AL MÉDICO!! Si sube o baja de peso sin razón aparente. Igualmente es importante acudir al médico si estando enfermos este descenso o ascenso en el peso es notorio, por ejemplo al tener diarrea, o apetito "incontrolable".
Los médicos nos indican que existen diferentes trastornos médicos que pueden afectar nuestro peso, principalmente:
1. Problemas de tiroides
2. Problemas gastrointestinales
3. Cáncer
4. Secuelas de una operación donde se haya extraído un órgano o glándula
5. Problemas psicológicos (bulimia, anorexia, megarexia, etc.)
Siempre que presentes una variación de peso importante, es decir, que en menos de una semana tus pantalones te aprieten o se te caigan...
¡ACUDE AL MÉDICO!
Es mejor que salgas con un antibiótico, anti amibas, lombrices o un laxante, a que seas diagnosticado cuando ya hayas dañado tus riñones, o cosas peores.
Si ya intentaste de todo, te invitamos a probar la cavitación, mejor conocida como lipoescultura sin bisturí.