¿Comer o no comer, he ahí el dilema?
¿Subir o bajar? ¿Cuánto subir, o cuánto bajar?
¿Peso o medidas?
No importando cual sea tu reto, perder peso o ganar medidas, siempre será cuestión de adecuar tus hábitos y mantener este cambio durante un tiempo adecuado.
Pero, ¿por qué nos cuesta tanto trabajo mantener un régimen alimenticio adecuado a nuestros deseos?
En física se llama inercia, del latín inertĭa, es la propiedad que tienen los cuerpos de permanecer en su estado de reposo relativo o movimiento relativo.
En un plano más general también se le puede llamar histéresis, que es la tendencia de un sujeto, elemento, material u objeto a conservar una de sus propiedades, en ausencia del estímulo que la ha generado.
En lenguaje cotidiano, quizá nos sea más familiar "por la fuerza de la costumbre". Si todo nuestro entorno, familia, amigos, actividades, trabajo, etc. nos han aceptado (como en un equipo de trabajo) e incluso fomentado el ser "gorditos" (como crecer en una familia donde la obesidad es generalizada), la suma de todos estos estímulos es constante y se opondrá a nuestros cambios.
Te invitamos a identificar alguno de estos tres factores:
1. El circulo más cercano a nosotros es el más difícil de superar:
Quizá todos los que hemos "tratado" de iniciar una dieta nos enfrentamos a cosas como que sea nuestra pareja o uno de los padres quien dicen
- "¿Eso es todo lo que vas a comer?"
- "Con eso no te vas a llenar"
- "¿Te sientes mal?"
- "No me digas... ¡te vas a poner a dieta!"
- "Te vas a morir de hambre"
Y un largo etcétera.
Todo niño de 2 años conoce una palabra que es "MAGICA", pues le libera de las tiranas órdenes de sus padres "NO".
En nuestro entorno un "No gracias" debe ser aceptado, y si tenemos ya la firme intención de cambiar nuestros hábitos, DEBEMOS comunicarlo a nuestros padres, hermanos, hijos y pareja.
2. El ambiente laboral, nuestros amigos y pasatiempos son el segundo, haz una reflexión de dónde te reúnes con compañeros de trabajo o amigos fuera del horario de oficina, y existe un 99% de posibilidad que la elección sea basada en la comida que sirven:
- Reuniones en lugares de buffet.
- Lugares con descuento por frecuentarlos.
- Lugares con los platillos "favoritos" de la mayoría.
- Lugares con una gran variedad de alimentos y bebidas.
- Lugares donde los alimentos y bebidas son más económicos (y por ende podemos comprar/comer mayor cantidad).
No dejes de salir con los compañeros y amigos, simplemente hazte el propósito de probar ahora los platillos bajos en calorías, las ensaladas, uno por vez! O al menos hazte el propósito consciente y firme de decir NO gracias a las comidas extra calóricas.
3. Desconocimiento de nuevos lugares o actividades que NO incluyan comida. ¿Hace cuanto que te planeaste una actividad o reunión que NO incluyera la comida?
- Paseo fotográfico
- Paseo en bicicleta
- Un partido de fut, basquet, voley
- Una caminata con tus hijos, padres, amigos o pareja
Si a cualquier actividad que recuerdes, SIEMPRE te imaginas "dónde/qué vamos a comer", rompe la costumbre y sal a caminar, simplemente por caminar. Si te acompaña tu pareja sal a caminar simplemente para platicar y compartir el momento. Si en el paseo, comienzas a pensar dónde pasar a tomar algo, dilo, compártelo y expresa el deseo de cambiar de pensamiento. Lo más probable es que tengas cosas mejores de qué charlar, como tus próximas vacaciones.